KUÉLAP una maravilla de Chachapoyas
FOTOS: MÓNICA PALOMO
Más que un reportaje con muchos datos, creo que vamos a describir un sentimiento que soñábamos tenerlo cerca a nuestra vista, caminar por sus senderos y entrar a su «fortaleza» ( unos dicen militar u otros aseguran que solo fue un pueblo religioso o mágico o centro de poder ligado a dar ofrenda a la tierra o la diosa naturaleza).
Para llegar a Kuélap, un sueño compartido con Moni, nos costó viajar 24 horas por tierra, pasando por todo el norte hasta Chiclayo y de ahí desviarnos por muchos pueblos : Jaen, Bagua Grande y Pedro Ruiz, entre otros, hasta llegar a Chachapoyas.
Pero para cumplir los deseos más fuertes no hay distancias ni largos viajes que asusten. Sólo ganas, muchas ganas. Salimos a las 4 pm de un lunes para llegar el martes a esa misma hora ( una media hora más) a Chachapoyas. Y con tiempo para dar un pequeño recorrido por la Plaza de Armas de Chacha, una linda , limpia y purísima( aire puro) ciudad.
CIUDAD DE BALCONES
Llegamos para la cena y hospedarnos en un bonito hotel ( 49 soles) y en la Plaza Belén( ya lo habíamos separado y el hotel Tintay se presta para dormir y descansar plácidamente del largo viaje). Pero antes fuimos a la plaza de Armas de Chachapoyas y recorrimos sus lindas y limpias calles cuyos balcones nos da una imagen de una ciudad colonial.
En la mañana, a las seis de la mañana, cuando canta el gallo ( escuché cantar al gallo, cosa que ya no escucho en Lima, menos en mi casa) fuimos a tomar un buen desayuno en el mercado central, y preguntando a donde se abordaba el miniban para ir a Kuelap. «En el terminal hay carros para Tingo y de ahí está el paradero para llegar al lugar donde se encuentra los teleféricos«. Un bus te lleva al teleférico y de ahí, en el lapso de 20 minutos observamos todo el esplendor del bosque llegamos a la entrada de Kuélap. Una promesa hecha realidad. Le prometí a Moni que viajaríamos si o si, en este 2020.
Precios accesibles, para llegar con bus y teleférico a la entrada de Kuélap y otros para subir a la fortaleza. Dentro del teleférico, una vista hermosa de un bosque inmenso y se ven los caminos, como una gigantesca serpiente, en dirección hacia la subida que está la fortaleza. Nos imaginamos tantas horas de caminata ( antes del teleférico), para llegar a Kuélap. Hoy sólo en 20 minutos a bordo del teleférico llegas a la entrada de la fortaleza.
KUELAP
Impresionante. Magnífico. Es como si el tiempo retornara a la época pre inca, y así nos sentimos. Alucinados, soñando con ese pueblo de hermanos que lograron levantar todo un pueblo distante y en medio del inmenso bosque, cerca a los precipicios del lugar más montañoso de la sierra-ceja de selva- amazónica.
Y nos informamos en un boletín que te entregan en el lugar: «Este monumento está ubicado en la cima del cerro Barreta, cobijado por un ecosistemas de bosque de neblina, Kuélap posee una plataforma artificial de siete hectáreas que soporta un conjunto de aproximadamente 450 edificios, construidos en piedra caliza y distribuidos según aspectos de significado religioso, funerario, residencial, domestico, de producción de alimentos y artesanal. Exteriormente, su forma es alargada, mide longitudinalmente alrededor de 600 metros»( :::).
Y en la caminata a la ciudad de Kuélap, vimos que hay venta de cachangas, canchita, papa rellena y gaseosas que expenden tres señoras ( con sus hijos)que viven frente a la fortaleza,( en muchos vídeos de blogueros indicaban que no había nada en cuanto a venta de productos caseros, por eso recomendaban llevar agua y algo para comer), y las señitos muy amables nos contaron que durante todo el día hasta las 5 pm están aquí ofreciendo sus productos.
Y sigue la lectura del tríptico: » Las personas que construyeron Kuélap dotaron al monumento de un sofisticado sistema de drenaje, que impedía que el agua de la lluvia filtrase en el relleno de las plataformas sostenidas por una muralla de 20 metros de altura«. Las formas de las casas eran en forma circular.
Dice -el folleto-. que Kúelap fue la capital de los Chachapoyas. El más importante centro religioso urbano de élite y sede del poder político.
Como cuatro horas, tranquilamente, uno se demora en caminar por toda la fortaleza. Para que apurarnos, la idea era «sentir» la energía del lugar. Muchos turistas van guiados por jóvenes que les informa de cada tramo, o sectores bajo y alto. Y hasta llegamos a un Torreón, que mira un precipicio. El Torreòn Norte.
El arte lítico ( con las piedras) practicado por esta cultura se expresa en instrumentos utilitarios como batanes, morteros y chancadoras en obras escultóricas como cabezas y figuras de animales antropomorfos, y en armas para la caza y la guerra, como hachas, proyectiles circulares y mazos o porras.
Aquí las fotos y pronto volveremos a Kúelap, para seguir soñando.(jupeco)