JAIME CHAMORRO ​Prins’s es el ROCKY de la cumbia
De chiquillo peleaba en los campeonatos de box de su barrio, en la rica Vicky( La Victoria), aunque él nació en Junín, pero de chibolo tuvo que pelear para que lo respeten y cuando escuchó a Los Shapis y Alegría se sintió identificado se volvió chchero y ya adolescente asimiló la cumbia norteña y selvática, para después incursionar en la música con la cumbia pachanga y villera. Viajó por todo el mundo como hippy y finalmente sentó cabeza y es todo un empresario, aunque la música tropical la tiene en su sangre, que en un momento de fiebre explotó en sueños y pesadillas.
“Volví a soñar en un ring, pero si yo ya lo había dejado. Jamás pensé en volver a los escenarios del boxeo, entonces me pregunté ¿qué quiere el destino conmigo? Al toque vino la respuesta: cantaré como boxeador, cantaré con guantes, con capa y zapatillas”, se dijo.
DISCO LOCAZO
Jaime es de las personas que cuando se le prende una idea al toque hay que concretarla. Habló con su amigo Willy Rojas, de Rosita Producciones y manos a la obra. Se fue a Bolivia a cumplir un contrato –él ya chiveaba con su grupo Mil Coronas- con la empresaria Silvia Inés Ticona( quien metió preso a Walter Yaipén por incumplido) y ahí, en las inauguración de la discoteca Jager Clans, en la Paz, aprovechó para grabar sus vídeos clips. Llevó su nueva imagen, su forma de cantar y enloqueció a todos. Era la locura y salió al escenario como cuando subía al ring para pelear con los más bravos de su barrio. Ahora peleaba contra la rutina, las penas y él vencía con su chispa, alegría y sus lindas canciones.
“Antes ya había grabado temas goles y editamos un Cd original, pues en cada tema lo titulo Round 1,round 2, 4, 5 y así sucesivamente…sólo falta poner nomas el Rocky de la cumbia, nombre que ustedes de full ritmo me acaban de bautizar, jajajaj. Bienvenido Rocky, y un gancho musical…
Canciones en el ring
Todo me lleva a ti
Doble vida
Amor de adolescentes
Fuego y pasión
Labior compartidos
Amor de Alquiler
Madre soltera
Porque será así
No puedo vivir sin ti