EMOLIENTE EN NEW YERSY
Trujillanas le paran el “macho” al gélida temperatura de Estados Unidos con la legendaria pócima calientita a base de boldo, llantén y chía
Por: Cristian Murrugarra, corresponsal de Full Ritmo
Todo comenzó en la ciudad de la eterna primavera, Trujillo, donde crecieron "las sisters", María Cecilia y Zoila Rojas, las reinas del emoliente y los tamales peruanos en Union City, New Jersey.
La ciudad sufre una ola de frio impresionante. Las temperaturas de 20 grados centígrados bajo cero han batido records de más de un siglo.
La población está de pie muy de mañana, pues hay que ir a trabajar: no hay otra opción; mientras más temprano mejor. El problema es que la mayoría de inmigrantes del área no tienen transportación propia.
Hay que ir al paradero principal de la zona, ubicado en la calle 31, de la avenida Bergenline y mientras esperan el bus no hay nada mejor que combatir los vientos gélidos comiendo un rico pan con chicharrón con su respectivo emoliente.
María Cecilia y Zoila crecieron en la urbanización Santa María, a la entrada de Trujillo. Los negocios siempre fueron el pan de cada día en sus vidas cotidianas.
En un principio, según cuentan, tenían su bodega en casa y una agencia de viajes, todo iba muy bien, pero ellas sabían que su norte era los Estados Unidos. Lo soñaron desde muy pequeñas.
El año 88 llegaron a New Jersey, María Cecilia tenía 26 y Zoila 22 años. No tardaron en lanzarse a la venta de café y empanadas desde el primer día.
"No vendimos ni michi", cuentan sin perder la sonrisa, aunque con cierto aire de nostalgia.
Comenzaron a trabajar en una factoría de tejidos y nunca perdieron la fe y a la menor oportunidad retomaron el camino de los negocios.
"Casi sin darnos cuenta vendíamos mas de cien empanadas", confesó María, dueña de unos ojos hermosos, herencia de la mujer norteña del Perú.
Nada fue fácil, pero "las sisters" siguieron en pos de sus más caros anhelos. "Vendíamos ropa, fruta, comida, todo lo que se podía. Sabíamos que tarde o temprano íbamos a cumplir nuestros objetivos”, dice Zoila.
El camino fue largo, muchas piedras se les cruzaron en el camino, tropezaron muchas veces, pero nunca se dejaron caer.
"Vendíamos mango verde y teníamos mucho éxito, el problema fue que causábamos mucha congestión vehicular y la policía nos prohibió seguir trabajando en la avenida Kennedy Boulevard", afirman.
Cuentan que vendían 10 cajas de mango verde al día, pues el esposo cubano de Zoila les dio la idea y los carros se detenían para disfrutar el mango verde picado, "le ponían sal y ya".
Sufrieron las de "las mil y una noche", ya que no conseguían la licencia de venta de comida, solo podían vender jugos. Había un cubano que tenía un negocio conocido como El Monkey que les hacia la vida imposible. Tanto las hizo sufrir el cubano que Zoila "terminó por casarse con un cubano".
Cuenta que iban de un lado a otro hasta que el alcalde de Union City, Brian Stack" les dio licencia para vender comida, sin embargo, para ese entonces el negocio había decaído y la competencia también.
"Llegamos a tener ocho trabajadoras, antes todo era más fácil", añaden.
"Las sisters" lograron salir adelante con sus respectivas familias y ya están felizmente casadas y tienen tres hijos cada una.
Sueñan con retirarse, pero saben que no será a corto plazo, no hay a quien dejarle la posta, sus hijos nacieron en Usa y se dedican a otras profesiones.
La nota triste me la dio María Cecilia, quien me dijo con cierta tristeza, que su esposo es mejicano y que fue deportado hace 9 años, todo fue más difícil desde entonces, al punto que tuvo que mandar a su hija Giovanna (10) a Atlixco, Puebla a vivir con su papá.
Curiosamente, María Cecilia me dijo que cada vez que va a Puebla a ver a su esposo y a su hija, su suegra le da sus recetas secretas para preparar tacos y gorditas de maíz.
Al despedirme, "las sisters" casi me obligaron a tomarme un emoliente caliente, preparado con boldo, llantén y chía, que me hizo olvidarme del frio.
"Cuando nos traigas la revista te prepararemos un jugo surtido con maca", me dijeron agradeciendo la nota.