La creadora del huayno villero asegura que le costó sacrificio y mucha inversión para meter al gusto popular el estilo que se impone en todo el país. Pese a ello, la imitan descaradamente y ni siquiera la reconocen
” Las ideas jamás llegan del cielo o son concedidas por una hada madrina, sino que surgen por los estudios y la experiencias vividas durante la vida. Es el caso de Belinda Torres, que luego de haber estudiado varias carreras y trabajado en mil oficios en la vida, le surge las ideas para crear temas y hasta estilos que ahora lo copian descaradamente, sin siquiera reconocer su aporte al huayno sureño.
Belinda tiene una historia –como para un libro- pues desde niña siempre quiso ser diferente, romper con las tradiciones machistas que dice: la mujer nace, crece y se casa (para qué estudiar, decían los mayores). Ella siguió estudiando para progresar en la vida.
“Le escuché a mi mamá que yo debería ayudar en la chacra y dejar de estudiar, por eso que al tercer año de primaria me fui de mi tierra Santa Rosa, Melgar a Puno, donde terminé mi secundaria estudiando en varios colegios”, recuerda. Estudió tejidos a máquina, corte confección, luego enfermería y finalmente Arte en la Escuela de Formación Artística, en Puno.
“Trabajé incluso como profesora en Santa Rosa de Llanaqué (prov de Acora) y hasta finalmente me di cuenta que lo mío era el canto y la música, “advierte. Pero antes, Belinda fue mil oficios: cobradora de combi, vendedora de libros, confeccionaba chompas, fabrica joyas y artes, etc.
EL HUAYNO VILLERO
Después de tantas búsquedas, fusiones, Belinda encontró lo suyo: el huayno villero. “No crean que fue fácil, sino que probé muchos estilos en el huayno con teclados, pero descubrí este estilo que me demandó muchos sacrificios, incluso deudas con el banco”, afirma. “Ahora aparecen chicas que nos copian todo, pero menos mal que el huayno villero está patentado en la Indecopi, en el registro de marca Nro 01-19-1-2013, aunque más que eso el pueblo sabe que son mis ideas, eso es lo que más vale”, asegura Belinda, que estará este 14 de febrero en el Coliseo Puno. Los acordes, las palmas y los sonidos ( que ella le indicaba al tecladista) y todas las letras de sus canciones son de su inspiración ( que no le cayeron del cielo) y es por eso que tiene autoridad moral para decir:! Basta de copiarme!. Trabajen y hagan lo suyo.
