Sonó el el celular muy temprano del sábado 3 de octubre. ¿Quien? Era Viterbo Ayvar, y al toque me dijo que su hija ya estaba en su casa.
¿Cómo así?
Hubo un silencio, y siguió diciéndome ya apareció, cherito.
Pero dime donde estaba, ?
Por ahora todos estamos felices, vamos a ir a una psicóloga y luego te digo más cosas.
Luego agregó: muchas gracias a todas las personas que nos han ayudado, aquellos que han rezado por nuestra hijita. Te digo nomás que su mamá y hermanito están felices.
Y cortó la llamada.
!Aló, aló¡. Obvio. No quería hablar más, pero lo más importante es que ya su hija Andrea está en casa. Todos felices, ahora Viterbo cantará más feliz. Más tranquilo. Y ahora le toca gozar con su familia. Le recomendaríamos un viaje con toda su familia a su tierra, gocen y disfruten de la vida.
