SUFRIO EN LA VIDA, PERO AHORA ES FELIZ COMO CANTANTE

Fue cobradora de combis, de Ventanilla a Lima con apenas 12 años, y como nadie le daba chamba por ser menor de edad y más aun provinciana. llegó a Lima a los 11 años, desde muy lejos. De Puno, de San Antonio de Putina. «Fui una niña adoptiva, crecí a mi suerte, mis padres murieron cuando yo era bebita y una familia me adoptó, crecí en el campo, y me vine a lima a la de Dios con apenas 11 años y sé cómo es la vida dura, sufrí mucho pero pese a ello, surgí, no me abandoné, siempre tuve la bendición de Dios», dice ahora Mia Nikol, quien se dedica a los negocios y su pasión por el canto.

Nunca dejo de soñar, no obstante de los golpes de la vida. Una vida muy dura que le tocó vivir a Paulina Lipa Cáceres, el nombre real de Mia Nikol, quien como ella misma lo dice: crecí a mi suerte. Y yo le digo, creció con el amparo de Dios, de los buenos espíritus -de sus papis reales- que la protegieron de la Lima racista, de la Lima violenta, de los avatares de la vida. Ella llegó a Lima para trabajar de empleada doméstica en Vitarte, y luego se fue a trabajar como cobradora en una vieja combi que llevaba pasajeros de Ventanilla a Lima y viceversa. Y para esa chamba tuvo que ser fuerte, fría y muy intuitiva, siendo menor de edad.

Y supo sortear los avatares de la vida, pero ya muchos la señalaban como la menor de edad sin padres, y le llamaron la atención, por ello que al ver que se le cerraban las puertas, volvió a Juliaca, pero tuvo que que venir su madre que la adoptó, la señora Tomasa, quien se la llevó de nuevo al sur. «Nadie quería responsabilizarse de mi situación marginal en Lima», asegura.

«Al querer retornar al sur me pedían documentos, o estar con un familiar , por eso que mi madre adoptiva vino a la capital para llevarme a Puno» dice.

¿Solita te viniste a Lima?

Sí, nadie me acompañó. Me vine sin conocer. Fui fuerte y decidida, como ahora que soy fuerte y decidida a los negocios. Tuve suerte que no me pasó nada malo, pero sí trabajé duro y parejo

¿Pero siempre te gustó el canto?

Desde muy niña. En las actuaciones del colegio, en Putina cantaba canciones de Flor Pileña, Yobana Hancco y Sonia Morales. Quiero mucho a Sonia, una mujer luchadora, trabajadora, me hace recordar mi niñez.

¿Y en Lima solo trabajabas?

También hice música, cantaba huayno con arpa y violín. Me iba a las peñas de Vitarte y me amanecía para esperar mi turno y cantar mis huaynitos.

EN JULIACA

Ya en la ciudad de los vientos se propuso grabar un disco, y como había escuchado el ritmo San mateo en el Cusco( en Acomayo, donde también fue a trabajar, ella es una chica chamba) le gustó y se dijo que eso iba a grabar y lo hizo. Tiene un disco con 4 temas y están en el you tube, los videos clips en concierto.

«Ahora he grabado dos temas más para mi segundo disco y justo hoy lo vamos a trasmitir en todas las redes sociales. Ojalá que al público le guste, porque cuando yo canto, me entrego totalmente al escenario, a mi canto. Lloro y río cuando canto, soy una persona con muchas tristezas, pero también con muchas alegrías, con penas y alegrías, derrotas y muchos triunfos,«afirma.

¿Pero ahora te va bien, eres una mujer triunfadora?

Si, y eso se lo agradezco a Dios que nunca me abandonó, pues en los momentos más difíciles me ayudó salir, me dio fuerzas para continuar creciendo en el trabajo. Y aquí estoy con mi canto y mi trabajo en los negocios, en la ciudad de los vientos.

Mujer coraje, mujer valiente, mujer del pueblo, y ahora una cantante del huayno de San Mateo, con Los Brillantes de San Mateo.

PIM POM