14 diciembre, 2024

Este domingo, este domingo, este domingo...» un rápido domingo como si se acabara el mundo. El tiempo es el enemigo del hombre, dicen. Anibal Alanya, siempre luchó contra la tiranía del tiempo. Hay un antes y un después de él, en la grabación de spots radiales.

Pues Anibal Alanya fue quien se atrevió a grabar en 20 segundos un largo  texto( que indicaba local, fecha, artistas, grupos y hasta mencionaba los regalos de la fiesta). Antes se grababa  en 30, 40 y 60 segundos, en las radios populares, principalmente en radio Inca.

«Es cierto, pues en el 81 ya radio Inca no quería spots de más de 30 segundos. Y fue una casualidad que yo empezara a grabar, pues antes sólo escribía los textos. El que grababa era JJ.García y cuando redujeron el tiempo del spot, el mismo JJ García dijo «Ta, huevón, yo no grabo eso, hazlo tú -le señaló a Anibal- a ver, quiero verte», recuerda el popular viejo de la radio.

Anibal tiene más de 40 años dedicados a la radio, y 39 años grabando spots, y él cuenta los años desde cuando se dedicaba a la limpieza. «Tenía 12 años cuando me ocupaba de la limpieza de radio Inca, y recién a los 18 me subieron de puesto», recuerda.

«Gracias a don Augusto Irei, amigo de mi padre Emilio Alanya, compositor de huaynos como Ayrampito, Falsí, Corazón mañoso, Basta corazón, Gorrioncito, que me dio la chamba en la sala de grabación. Ahí empezó todo», dice.

¿Entonces tienes más de 40 años en la radio?

Toda una vida y aún sigo ern la chamba de los spots ( ya pronto vuelve)

¿Cuántos hijos?

Gracias a este trabajo he logrado que mis hijos Emilio y Oscar sean ingenieros y conocer a mi amada Nancy Huaringa. A ella la conocí en la radio en el año 84. Mi compadre es Julio Simeón Chapulín. El es el padrino de mis hijos.

Es difcíl entrevistarlo a Anibal, porque a cada momento hay interrupciones. Un promotor o un artista ( de Lima y provincias) llega a su sala para que grabe uno o dos spots.

Este viejo dinosaurio de las grabaciones no descansa. No tiene tiempo para las entrevistas. Sin embargo, recuerda a sus amigos artistas y locutores que han dejado este mundo. 

En su sala, ubicada en el jirón Azángaro 630, en el cuarto piso, vemos fotos enmarcados con cuadros pegados a la pared. Toda la historia de la chicha y el folclor.

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