22 noviembre, 2024

La universidad de la cumbia sureña: Sociedad de Juliaca, y vigentes

Una universidad con licencia para continuar con el show. Y la licencia no la consiguieron por ninguna vara de alguna autoridad -ahora que está de moda los títulos truchos y por ende las tesis plagiadas- sino que la vigencia y autoridad moral la respaldan los aplausos, el gozo y la felicidad de miles de fans -de muchas generaciones- de Sociedad de Juliaca que no tiene fecha de caducidad, y en cada evento que llegan dejan huellas en los corazones de los bailadores. 

Y lo demostraron en la última semana -por el día de la madre- en el complejo Santa Rosa en Lima  y en la ciudad de Lamay,  Cusco. En ambos eventos el público una vez más se vaciló -en el sentido más entretenido de la palabra- con las canciones de ayer y hoy de Sociedad de Juliaca, cuyo líder Abel Cotacallapa mantiene el estilo ( siempre le pidieron cambiarlo) y la disciplina del grupo. No por gusto tienen más de 20 años.

En esta universidad han salido muchos buenos músicos que hoy cuentan con sus propias agrupaciones musicales en la onda sureña. «Siempre cuando teneos un evento grande, lo invitamos a nuestra fiesta. En año nuevo, fiestas patrias, y por supuesto en el día de la Madre, siempre contamos con Sociedad de Juliaca», dice Hermógenes Huamán, men de Star de producciones.

«Es una maquinaria de éxitos y cuando están en el escenario sueltan 5 canciones o más al hilo, sin parar, es como si uno estuviera escuchando el disco, pero no , es en vivo, y lo escuchamos limpio, clarito, sin distorsiones de ningún tipo, se acopla bien la voz del cantante y los músicos. Parece que ensayan duro y son perfectos, digamos en los escenarios «afirma otro entendido de la onda sureña, Eloy Chambi, quien ya los contrató para la fiesta patronal de Ichu.

Y fuimos testigos de cómo es un show de Sociedad de Juliaca, con dos vocalistas, que se alternan cantando los éxitos de Sociedad de Juliaca. Las dos horas pasan como un tiempo sicodélico -con luces que te traen recuerdos , emociones, besos y abrazos, festivos momentos que pasaste con la música de ellos, para que en ese momento lo vivas de nuevo, lo conviertas en actuales momentos.

Con un animador pausado -no tan metiche como otros, que interrumpen a veces al cantante- y te anima más, a saltar más, a gozar más, como un árbitro pero éste te suelta a tu libre albedrío hasta que te sientas cansado de tanto bailar., Y el show de Sociedad de Juliaca termina con una saya y una morenada, para recordar también a la santa tierra. Aunque la gente no quiere que termine. 

Sociedad de Juliaca nos envuelve en la felicidad que nos da su música. Y ahí está Abel Cotacallapa.

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