MICHELITO ROJAS en su pueblo natal
He aqui el testimonio del joven cantante Michelito Rojas, desde su tierra natal, ubicado más de diez horas de la ciudad de Huamanga, Ayacucho.
«El cielo es diferente. Un azul intenso, pero también se vuelve negro, muy nublado…y cuando llueve es muy copioso, pues podemos decir que la torrencial lluvia me limpía el alma, me lava la cara y es algo mágico, mi tierra se llama Ccollpa Pampa, ubicado en el centro poblado de Urancancha y para llegar ahí, hay que recorrer muchos pueblos, muchos apus, pero vale la pena el viaje y durante seis horas, entre canto y canto, llego a mi querido pueblo de Urancancha, pero aún falta, porque de ahí monto en caballo o caminando me demanda 4 horas en subir cuestas, ( y mirar los precipicios) y por fin a lotananza observo mi casita en donde nací, ver el campo es como si estuviera en un lugar celestial, un mundo mágico, y los gratos recuerdos llegan a mi memoria.»
«Y la alegría y también la nostalgia, como un remolino me envuelve y recuerdo mi niñez que regresaba ( de vacaciones) a este lindo pueblo y ayudaba a mi abuelita, que ya se fue al más allá, y por ello que me pongo a llorar. Mi abuelita me enseñó a ordeñar las vacas, a transformar la leche en queso, pero sobre todo me enseñó que todo ser humano debe de ser agradecido, cuidar la naturaleza y dar ofrendas a la santa tierra pachamama.
Mi abuelita me dijo: Sé agradecido, hijto mío, en cualquier lugar debes de decir gracias, y por lo tanto, todo te irá bien«. Mi abuelita se reía a carcajadas, pero tambien lloraba recordando a sus papitos, mi abuelita me enseñó a reír , a llorar, nunca la voy a olvidar. Cuando veo el cielo azul tan diáfano, tan transparente veo el rostro de mi abuelita, ella siempre tenía un rostro transparente, irradiaba paz, me hacia sentir un chico muy seguro. Tanto te extraño abuelita!! «
De Lima sólo recuerdo el aire contaminado, sin embargo aquí es puro, aire puro que me limpia mis pulmones, no uso el celular( tampoco hay señal, jajaja) pero me siento un hombre libre, conectado con la naturaleza, comiendo todo lo que produce la chacra, sin ningún tipo de estrés, sin preocupaciones, y me llena de mucha energía para volver a la selva de cemento. Algún día me gustaría que todos mis amigos me acompañen y visiten mi pueblo, y todos seríamos felices. Gracias Full Ritmo por publicar este pequeño testimonio de mi vida en el campo, tu amigo Michelito Rojas! «