ROSITA DE ESPINAR La más grande del folclor Celebra sus 19 años
SABADO 29 DE AGOSTO en el complejo Santa Rosa
Con las tres reinas del huayno con teclados
¡La Diva de América está de fiesta!
Es chiquita pero es grande. Grande su humildad, grande su amor por el canto y grande su entrega en los escenarios, por ello que será grande su fiesta de aniversario al celebrar sus diecinueve años de intenso trabajo artístico, este sábado 29 de agosto en el complejo Santa Rosa.
Y ya cumplió su sueño en viajar a Estados Unidos, pues hace poco estuvo por allá, en el país de los rascacielos, donde hizo zapatear a nuestros compatriotas en los festejos por fiestas patrias.
“Fue maravilloso reencontrarme con amigos de muchos años que triunfan en Estados Unidos y de igual forma te cuento que muchos fans sin conocerlos me brindaron sus casas como si fuese una más de sus familias”, cuenta Rosita.
ANIVERSARIO
En esta ocasión, Rosita de Espinar nos tendrá una sorpresa y este sábado 29 veremos un escenario diferente –al del año pasado- y ella aún no sabe por dónde saldrá, aunque trascendió que “llegará desde el cielo” como toda una artista internacional. Pero es un hecho que nos sorprenderá.
“El público es muy importante para mí, por eso le voy a ofrecer un bonito show, con luces y un buen sonido”, afirma.
CON LA TRES REINAS
DEL TECLADO
Y vayamos a la programación oficial, en esta oportunidad cantarán las tres reinas del huayno con teclados: Yarita Lizeth Yanarico, Lupe Dulce Floricielo y Fresialinda, así como la faraona del huayno, Haydee Raymundo, la chelera Gisela Lavado, Milder Oré y Max Castro.
Y por primera vez, llegarán los chicos de la orquesta internacional “La gran Orquesta”, liderado por Christian Dominguez, Aldo Añamuro, Roy y Los Gentiles, Águilas de América, así como los cómicos del pueblo Cholo Juanito y Richard Douglas, Edwin Sierra (la fuana) y la Chola Chabuca.
El espectáculo arrancará a partir de las 4 de la tarde y se avisa que las entradas estarán en venta desde las diez de la mañana en las boleterías del mismo local, ubicado frente a los bancos del distrito limeño de Santa Anita.
“Ella sí lo llena el complejo Santa Rosa, pues toda la linda gente de los conos de Lima llegarán en mancha, al igual que los fans y padrinos de Arequipa, Moquegua, Tacna y de su Cusco querido estarán este sábado 29 en dicho local”, dijo Edgar Chambi, que vendrá de la ciudad blanca de Arequipa.
Su primera vez
1ra vez en el canto: a los 6 años, en un concurso, en Espinar.
El 1er bolo: Un paquete de sal ( pero me dio suerte) –risas-
El 1er chivo (trabajo): en Huancarama, en Lima.
1er viaje fuera de Espinar: Lima
1er tema: Chascañahui (pestañas dobladitas) Era un casete en quechua Pucay Punchi Tuchay
1er viaje al extranjero: en el 2010, Argentina.
1er aniversario: en el 2008, en el Huarocondo
1ra vez en la tele: Al programa de la Chola Chabuca, gracias a Edwin Sierra que la llevó como su prima.
El primer beso: a los 8 años, estaba en el tercer año de primaria. Fue una casualidad, al chocar con un chico le di un beso sin querer. Me quedé traumada (risas)
DESDE NIÑA
CANTA
Chiquita, pero de grandes sueños. Menudita, pero con un inmenso amor por lo suyo, por su trabajo y por ende por el público que tanto la quiere. “Sin ellos los artistas no somos nada” afirma Silvia Rosa Huamaní Quispe, nombre de pila de Rosita de Espinar.
¿19 años de artista? Si Rosita es joven. Me mira y se ríe. “Nací el 24 de marzo de l987, en Espinar. Viví en el barrio Huarca Canto hasta los siete años, pues a esa edad me vine a Lima con mi mamita Julia Quispe. ¿A estudiar? No, a cantar, yo ya cantaba y me fui al Huancarama y al Huarocondo, en San Juan de Lurigancho.
Desde niña Rosita dejaba boquiabierta a las personas que llegaban al local por sus ídolos preferidos.
¿Y esa niña?, se preguntaban.
Ella se subía al escenario y le pedía al grupo que le acompañara en cantar huaynos. “Siempre era con bandurria, y los grupos eran típicos con instrumentos acústicos nomas: charango, bandolina, guitarra y bandurria”, recuerda.
Era tímida, pero en el escenario se agrandaba, se transformaba. “Un borrachito me quitó mi sombrero, asustándome; pero luego me lo entregó con muchas monedas. Es que el tipo se puso a gritar pidiendo colaboración para la niña que cantaba, jajajaj” ríe Rosita.
Luego ella aprendió –del borrachito- y pedía colaboración.
Es que para una niña no había bolo, menos alguna oportunidad de cantar, por lo que ella se metía nomás al escenario sin pedir permiso, ya vestida con su pollerita.
“Con mi pollera me iba a otro local a bordo de una combi, no podía tomar taxi, porque éramos muy pobres. Mi mamita solía acompañarme y ella me puso el nombre artístico. Desde niña yo le dije a mi mamá, no quiero otro nombre artístico, solo Rosita, pero ella me contestó: De Espinar. Así fue, desde hace 19 años soy Rosita de Espinar”, afirma.