DICE SU VERDAD

El nuevo ciclo se viene con fuerza y con Armando Vicente Huaricallo Loayza cambió el estilo del huayno suireño con su nueva propuesta

HIJO SANDINO

El canto lo salvó de toda adversidad. Armando Vicente Huaricallo Loayza sabe en carne propia la pobreza, el hambre y el frio. “Yo he conocido ojotas recién a mis diez años, pues pastaba mis ovejas y llamas sin calzados, además cocinaba con bosta (estiércol) de vaca pero jamás dejé de cantar, el canto me salvó y ahora sigo con mi pasión”, dice el Hijo de Sandino.

¿Por qué Sandino?

Porque siempre viajo a Sandia y la población misma me bautizó así, por ese cariño mutuo.

¿No es entonces por el príncipe Sandino?

No, pero le debo de confesar que siempre le tuve aprecio, respeto. Incluso es mi padrino, pues challó mi primer disco con mi madrina Mirian. Pero ahora ya no, porque el señor habla sandeces y dice que me cuelgo de su fama. Todo es mentira. Mi estilo es diferente y nosotros empezamos con el estilo G en el huayno.

Le creemos. Hay sinceridad en sus ojos (los mentirosos no te miran a los ojos, este chico sí) Y nos cuenta su historia, pues desde niño cantaba con sus tíos en la orquesta “La Decisión del Amor” de Tirapata (Azángaro) y ahora, luego de muchas vicisitudes, ha logrado consolidarse con su nuevo material con el estilo G.

NUNCA BAJÓ

LA GUARDIA

Después de un choque automovilístico que sufrió, Armando se fue al Cusco. Quiso dejar el canto, para dedicarse al estudio. Pero reflexionó: su pasión, jamás dejaría su pasión y ahí fue que Baylón Llahuila( un gran creativo) lo llamó y le dio de un proyecto musical. Graba “Regresa pronto “y “Borrachito” con el nuevo estilo G en el huayno.

Su primer “chivo” fue en Bolivia, después en Perú se le abrieron las puertas en diferentes pueblos, pero Sandia lo acogió con mucho entusiasmo y de ahí lo eligieron como el hijo adoptivo, el Hijo Sandino.

Ya lo tiene patentado el nombre y tiene una sorpresa musical que dará mucho que habar, pero eso se lo contamos en la próxima edición. ¡Vamos pa´lante chico!!